jueves, 18 de noviembre de 2010

"NO SE PUEDE CORREGIR A LA NATURALEZA"


Lidiar con la naturaleza de uno es muy complicado. Por eso mi momento favorito del día es cuando se me cierran los ojos de cansancio. Cuando uno duerme deja de ser alguien...se convierte en un cuerpo que respira, que no piensa, no se mueve, no decide, no se lamenta, no llora, no se rie. El sueño es una pequeña muerte a la que todos podemos acceder. Es un estado idílico en el que se deja de combatir la naturaleza...uno no tiene que esforzarse para impresionar a su propio subconsciente. En la vigilia todo es diferente. Uno escucha, habla, aparenta ser fuerte o débil según el caso, cuenta la plata, se rasca, le duele, le molestan las cordales, extraña, se aburre, se pone eufórico.
Es estúpido compadecer a algunas personas. Hace poco vi los pies de un señor de la calle que sobresalían por debajo de un plástico que lo resguardaba de la lluvia. En ese momento me dio lástima y quise darle una taza de chocolate caliente con pan. Ahora veo todo de una forma diferente...él ya no está luchando contra su propia naturaleza y eso lo hace menos humano que yo, es decir, él está en un sueño constante mientras yo permanezco despierta esperando 8 horas de escape. Me imagino que si le hubiera dado esa taza de chocolate con pan lo hubiera obligado a corregir su naturaleza, lo hubiera hecho salir de su sueño para decirme: Dios se lo pague

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